La educación a distancia: el nuevo desafío escolar
La situación de cuarentena provocada por la COVID-19 supuso el cierre parcial o total de los centros educativos a nivel global durante un extenso periodo de tiempo, medidas que todavía siguen en vigor en algunos países. A raíz de ello ha comenzado a desarrollarse un nuevo modelo educativo llevado a cabo de forma telemática, en el que los alumnos siguen las clases de forma no presencial desde sus propios hogares.
Todo ello ha supuesto un desafío para la educación, teniendo consecuencias tanto para los docentes como para los estudiantes y sus familiares. En concreto, el estudio realizado por Ofsted en Reino Unido pone de manifiesto como los profesores han identificado pérdidas en los niveles de conocimiento y en habilidades como la lectura, escritura y comunicación de los menores. Además, también señalan un cambio en el comportamiento, aumentando los casos de conductas antisociales debido a la situación de aislamiento.
El proyecto SOUL, en el cual colaboran siete entidades pertenecientes a seis países europeos (Grecia, Francia, Islandia, Italia, Bulgaria y España), pretende contribuir en este ámbito aportando nueva información sobre los efectos que ha supuesto la situación de aislamiento en el comportamiento y la socialización de los niños de entre 6 y 12 años, con el objetivo de que los educadores puedan identificarlos y trabajar de forma eficaz para su superación.
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